Memoria
Siempre he tenido movidas de memoria. Siempre me ha costado recordar los nombres, las caras, los cumpleaños… Tanto de la gente que me rodea, como cosas de mi propia vida. No sé en qué año terminé la carrera, apenas recuerdo el pueblo de mi madre, no sé que comí antesdeayer ni recuerdo como empezó mi primera relación.
Es algo que me da bastante vegüenza, y que me ha impedido profundizar en muchas relaciones. A menudo, incluso cuando alguien me gusta mucho, no pienso en esa persona si no le tengo delante. En las conversaciones uno a uno, creo qeu muchas veces mi cerebro solo quiere impresinar, solo quiere “pasar el examen”, y me lleva a no prestar el tipo de atención correcto, a no fijar las ideas bien. Y es difícil ser una buena pareja, o incluso un buen amigo, así.
Creo que mucho viene ligado a mi infancia, a crecer con muy pocos amigos. A sentirlo como un fracaso e intentar “conquistar” a gente. A ponerme mucha presión para hacer las cosas bien, para obtener resultados.
Pero quien he sido no es quien tengo que ser para siempre. Últimamente estoy intentando tomar notas, apuntarme cosas. Suena super creepy tener ficheros de la gente que me importa, pero es básicamente un diario bien organizado. Es una forma de intentar señalarle a mi cerebro, “ey, quiero recordar este momento, quiero recordar a esta persona, quiero conocerle”. Y de momento, me está permitiendo acercarme un poquito más a la gente, y eso ya de por sí me hace feliz.
Supongo que, si en el momento estoy ahí para lo que importa, mi falta de memoria no tendría por que ser tan grave. Pero no quiero seguir perdiendo gente a los años. Quiero amistades y relaciones que duren.
Quiero recordar los momentos bonitos para sentirme siempre feliz de haber vivido.