A veces siento que quiero tener algo sabio que decir. Unas pocas palabras, firmes y perfectas, profundas, que todo el mundo admire y nos cambien para siempre. Me imagino a la gente parándose, escuchando. Todas las radios retransmitiendo el mensaje a un tiempo, como si fuese un hechizo. Me imagino a la gente comprender, cambiar, crecer. Me imagino a quien sufre sentir alivio, "Se ha acabado". Me imagino a quien vive en la opulencia sentir alivio, "Aún puedo hacer las cosas bien". Me imagino a quien no sueña, a quien solo camina por el mundo, despertar, y llorar de felicidad. Me imagino a quien es sabio sonreír, cómplice. Me imagino a quien es ignorante, sentir su curiosidad renacer. Me imagino a quien ama separarse, a quien se aisló acercarse. Me imagino a quien tiene miedo aceptarlo, a quien se cree valiente dejar caer la máscara.
Siento que esas palabras existen. Siento que sólo es un golpe de perspectiva, un nuevo pequeño eje de libertad para el pensamiento, algo tan cercano simple como mirar por el rabillo del ojo. Que todes podemos ver el mundo cuando lo miramos, si lo miramos.
Quizás aun no exista el lenguaje para mis palabras. Quizás hayamos olvidado ese idioma, y no haya forma de recuperarlo. Lo siento dentro, pero no sé sacarlo, no sé retransmitirlo.
Me siento sole en este comprender, y a la vez, sé que hay un mundo de iguales que comprenden.
Pero de alguna manera, estos últimos meses he sentido como se despertaba en mi. Como algo primitivo y poderoso se ponía en marcha. Quizás sean solo los mil libros de ficción, que me han podrido el cerebro y me han dado aires de grandeza. Pero ahora que me he entendido normal, une de tantes, siento que al fin entiendo nuestro increíble poder. Me siento chispa de un fuego imprescindible, una chispa de tantas sobre un montón de pólvora inevitable.
Siento que hemos llegado.
He comprendido que no podemos cambiar el mundo, pero sí podemos cambiar su destino. No podemos no cambiarlo.
Quiero soñar grande, quiero atreverme a imaginar algo mejor, y no conformarme con nada. Siento que esta es mi vida, esta es mi única posibilidad, mi ethos, mi esencia.
No sé que nos depara el mañana, pero estamos vives, y tenemos una realidad fascinante por descubrir.